Había una vez una jovencita muy mona ella, de cuerpo esbelto y delgado a la que le encantaba llevar croc-tops (un top de toda la vida, pero dicho con glamour) y que disfrutaba con la comida que le gustaba porque le sacaban de esas cuatro o cinco cosas, y todo lo demás le resultaba asqueroso.... Leer más →
Cuenta la leyenda…
Rosa miró por tercera vez la pantalla de su teléfono para comprobar la hora. Germán la había citado bajo el banco de La Mujer de Piedra a las doce y todavía no había llegado. Bufó inquieta recriminándose por pasarse de puntual: faltaban diez minutos para las doce. Miró la silueta de la estatua que tenía... Leer más →
La calculadora
Sentado en la mesita de la cocina cumplía con sus tareas vacacionales. Así se lo había ordenado su abuela. Israel miró con hastío el pequeño cuaderno amarillo de sumas y restas. Su madre trabajaba durante el verano por eso se trasladaban a la vieja casita de campo de los abuelos. Así podían cuidar de él... Leer más →




