La mujer agradeció que aquellas mulas tuviesen grabado a fuego el trayecto, lo recorrían por inercia, sabían cuando el camino era más pedregoso y debían aflojar la marcha y también cuando aprovechar el recorrido cuando notaban un buen firme bajo sus pies. Apartó la mirada de las bestias y la posó en su marido: dormitaba... Leer más →




