Y entonces sintió que tenía que despertar del sueño en el que vivió durante meses.
Un sueño de caricias, miradas y lascivia.
Un sueño de mentiras, excusas y prisas.
Un sueño de promesas, te quieros y futuros imposibles.
Un sueño de envidias, tensiones y llantos.
Un sueño de palabras tiernas, palabras divertidas, palabras suyas.
Un sueño de sábanas húmedas, cuerpos excitados y labios entreabiertos.
Y así despertó, notando todavía su olor como si estuviese allí.
Y así comprendió que hasta de los mejores sueños hay que despertar porque los sueños…sueños son.





…y así se quedan.
Bello y realista.
Abrazo.
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Muchas gracias Paula. Besacos
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PERO SÍ SE PUEDE DISFRUTAR DEL SUEÑO
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Que nos quiten lo bailao, ¿no? 😁😁
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Que decía Calderón…
Y muchas veces, es bastante molesto que los sueños se disipen, se difuminen y, finalmente, se olviden siendo como son casi imposibles de aprehender. Lástima, porque a veces, son mucho mejores que la realidad 🙂
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Al menos siempre es mejor despertar del sueño que dejar que se convierta en pesadilla por pecar de perezoso. 😋😋
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